Para los dirigentes regionales como para los entes del nivel nacional es un hecho inminente que la calle 30 tiene que ser ampliada a cuatro carriles, para así soportar el desarrollo que implica la modernización del aeropuerto Ernesto Cortissoz y el crecimiento urbanístico de Soledad y la misma Barranquilla. 

Precisamente con este objetivo se reunieron recientemente el vicepresidente de la ANI, Germán Córdoba, con los mandatarios electos de Barranquilla y el Atlántico, con miras a analizar las perspectivas de crecimiento y las posibilidades que habría para financiar la ampliación de la calle 30, pues se espera que el número de pasajeros que se movilizan a través de la terminal aérea se duplique en los próximos dos años. 

Esta perspectiva de crecimiento tiene que ver con la Ruta Caribe, que en su segunda etapa implicaría la solución de la calle 30, y la extensión por la vía Cordialidad en doble calzada. Un megaproyecto que tendría un costo aproxiamdo a los 1.5 billones de pesos. 

Una de las alternativas que hasta ahora se han tenido en cuenta tiene que ver con la instalación de peajes, entre estos uno en la entrada y salida del aeropuerto Ernesto Cortissoz, como un mecanismo para financiar el proyecto. Ese peaje tendría un costo de $2.500. 

"Hay 8 aeropuertos que tienen a su salida o entrada un peaje como una única manera de tener una vía de acceso expedita a sus terminales", dijo el gobernador del Atlántico electo, Eduardo Verano de la Rosa, quien aseguró que estas son discusiones sobre las que se tiene que tomar una decisión. 

"Lo otro es esperar a que haya recursos del nivel nacional, pero creo que esos recursos no son los mismos de ahora", apuntó Verano a Atlántico en Noticias. 

Verano fue enfático en decir que "tenemos que impulsar una solución clara y definitiva para la movilidad en la 30, que se va a congestionar cada vez más con todos los desarrollos, como los centros comerciales y los proyectos de vivienda en Soledad".